Algunas horas entre el ayer y el mañana...

Siempre es difícil cambiar de decenio.  No recuerdo el primero, pero el segundo fue en Paris, el fin de la adolescencia y el comienzo de esa soledad tan desolada...  Miento al decir que fue en Paris pero era el perfume de mi reciente llegada a Paris que tiño ese primer-segundo cambio de decenio.  Fue exactamente en Lheraule, junto con dos de mis grandes amigos hoy repartidos por el mundo aunque por fin en un mismo continente!  Este cambio lo paso sin ustedes, quizás con la que será compañera de otros cambios pero sin los amigos de siempre, esos que se vuelven imprescindibles...  La nostalgia me invade levemente al pensar en el pasado, en los otros cambios de quinquenio, de años, esos que se van acumulando en albumes con fotos o en el ciberespacio, ahora que nos ofrece cuidarlos por nosotros...  En todo caso del pasado me quedan los mejores recuerdos de mi vida, los diez años pasados en Paris, el doctorado y el manuscrito por corregir, nuestras primeras borracheras en Moulinet, los amigos de siempre y los demás...