Sunday, December 12, 2010

Wednesday, December 8, 2010

Los recuerdos que me quedan

Se acerca el final de otro año. Y de éste, realmente, puedo decir que ni lo vi pasar. Hace unos días, que estaba fumando un cigarrillo en la ventana del departamento, viendo la calle completamente vacía cerca de las 3 de la madrugada, comencé a tratar de recordar cosas que me hubieran marcado antes de partir a vivir en Paris, hace ya más de catorce años. De las pocas cosas que surgieron todas intimamente ligadas con amores o amantes de mi juventud y niñez, me vino la idea de escribir estas línea en base a la pregunta: ¿qué recuerdos me quedan? ¿cuáles son los momentos o decisiones que me traen a dónde estoy sentado ahora?


Y por eso se llama: Los recuerdos que me quedan, que va a ser el tema de varios posts este mes, porque no sólo son recuerdos que pueda describir con palabras. A veces simplemente son canciones, videos, artículos, textos, citaciones, fotos...

Oscar
TWBG, Washington, DC, miércoles 8 de diciembre, 2010

Wednesday, August 25, 2010

De causas y azares

Hoy la vi... Por segunda vez... Y entre breves miradas, sus delgadas y largas manos, su sonrisa a media tinta, su dulzura enmascarada, su belleza geométrica, sus ojos negros, su silueta simplemente tallada, me iban matando, me iban atrapando, enredándome en un abismo, en un caos de pensamientos, de sensaciones. No le hablé, no pude pronunciar ni una palabra, me quedé inmóvil ante su belleza que me miraba, ante aquella mujer de belleza asesina que iba matando una a una mis ilusiones.
Y si quisiera contarlo, simplemente las palabras se me acaban, se terminan, y no puedo ni siquiera describirla...

No se dónde encontrarla, ni dónde al menos poder buscarla, empezar a buscarla...

Simplemente un sueño...

Oscar
Cusco, 25 de agosto 2010

Tuesday, June 8, 2010

Extremoduro - Stand by

De un instante a otro

A veces, noticias como la que recibí hoy, repentinamente, me hacen reconsiderar las cosas, la vida y redefinir prioridades. De un instante a otro, todo cambia, sin proceso, sin necesidad de entenderlo, motivarlo o simplemente sugerirlo, todo cambia. Todo cambia...

Pienso en los momentos vividos, en los recuerdos que nos quedan, en esos instantes que pasan, que sientes que los amigos se hacen familia y llenan tu camino...

Y en este instante quisiera estar a su lado, acompañarla, acompañarlos, y en el silencio simplemente estar presente, pero un océano me separan de ellos.

Quisiera contarles lo importante que fueron en los momentos difíciles, de final de doctorado, de mi despedida final a mi segundo lugar, a Paris...

Les dedico estas pocas palabras simplemente para tratar de llenar el vacío que llega, el espacio que se va haciendo pequeño, quizás casi sin sentido sin él. Les dedico todo mi cariño y pensamientos.

A veces las palabras no pueden llenar el vacío, simplemente acompañar el silencio, el no estar en ese momento. Las palabras no llenan la tristeza, simplemente refuerzan el recuerdo, ese recuerdo inmemorable, de un hombre honesto, fuerte y discreto, de una persona ejemplar, apasionado y soñador. A veces simplemente queda la enseñanza, para seguir siendo mejor, para acompañarte en el camino, lo que nos queda, que para él se quebró...

Para Krishna, desde aquí y hasta siempre, con el cariño y el querer con que lo recuerdo...

Saturday, May 22, 2010

Elogio a una generación

Para Touni, Franco, Isy, Alvaro, Felipe, Miguel, Rodrigo, Marco, y todos los demás, en desorden y al revés...

Los años fuera del Perú, especialmente, los últimos años en los Estados Unidos me han regalado la oportunidad, maravillosa oportunidad, de además de compartir con los amigos de siempre, los imprescindibles, de descubrir y compartir con los mejores representantes de una generación, varias generaciones de peruanos, que me han comenzado a dar, a devolver, esperanza en lo que viene, en lo que podemos hacer. En mis múltiples viajes de ida y vuelta al Perú y la visita, corta o larga, de alguno de ellos al norte del continente, con gran admiración, he descubierto a los que son el futuro, y el presente de nuestro país.
Me han comenzado a dar razones para seguir trabajando en responder a las preguntas de siempre, esas que venimos cuajando hace varios años con Stefan, con Jorge, con Sandro... Pero esta vez con propuestas nuevas. Vienen entre muchas, entre todas las demás... ¿Qué queremos para y de nuestro país? o como preguntaba Maturana en una presentación hace algunos unos años, ¿qué país queremos para nuestros hijos?

Las características que los une y por lo que quisiera denorminarlos, LA generación del optimismo, son múltiples. Forman parte de los años post-terrorismo, mientras nosotros sufrimos los del terror como azotadas a nuestras esperanzas e ilusiones de país, vivieron los años post-inflación, post-Alan (“la primera vez”), y no recuerdan ni sus balconzasos, ni sus lecciones de economía en vivo por la televisión mientras en la calle seguían las colas para encontrar leche y arroz. Llegaron del brazo con el internet, la mensajería electrónica y los blogs y su primera prueba como jóvenes, como ciudadanos, fue la de combatir por la democracia, contra un régimen autoritario y déspota. Así despertaron, y los une esa causa, la de la decencia y el optimismo, la de la transparencia y la apertura de espíritu, y una más importante que quizás nuestra generación y las demás han comenzado a perder, la de la integridad. Nunca han visto a Perú en un Mundial (de fútbol) pero juegan en Europa y las mejores ligas del mundo. Tengo, por momentos, profundas diferencias con ellos, pero a diferencia de nosotros, también llegaron con la capacidad de dialogar y discutir, de enfrentarse, luchar por sus ideas y con la nobleza de saber escuchar. Estos chicos no son perfectos, pero representan y representarán lo que mejor tenemos como ciudadanos. Aunque son a veces soberbios y tratan de resolver las cosas rápidamente, sin a veces, pensar en las consecuencias, no tienen miedo del error, ni la derrota, siempre pasajera y necesaria en el camino al éxito. Aunque a veces olvidan que la Historia tiende a manejarnos invisiblemente, y las historias se repiten, son constantes y apasionados.

Escribo estas líneas porque creo que a nosotros y a las otras generaciones que nos preceden, nos toca abrirles, de par en par, las puertas, esas que a veces encuentran cerradas. Esta, ellos, son nuestra oportunidad de generar el cambio, a través de un cambio generacional, de comenzar a generar las oportunidades que necesitamos para cambiar nuestro país y darle un rumbo sostenible. Comenzar a constuir un país democrático, justo, digno e integro...

Oscar
del avión al colchón, regresando de Lima
Finales de mayo del 2010