El discurso correcto

Ayer Hillary Clinton creyó despertarse de una pesadilla. Había ganado las primarias de Pennsylvania, por la diferencia mínima que la dejaba en vida, todavía herida pero en vida. Al pasar la noche y los resultados, sus resultados comenzaron a hacerse realidad. Es una carrera difícil la de las primarias, en cualquiera de los dos partidos, en este caso dentro del Partido Demócrata. Hillary salió al aire, en directo, frente a miles, millones de personas y lo único que pudo decir, a parte de varias veces repetir que seguiría combatiendo y que no se dejaría vencer fácilmente, lo único que nos pidió a nosotros espectadores, es que vayamos a su página web y contribuyeramos a su campaña. Revisando un poco los artículos de los últimos días, nos damos con la sorpresa que la campaña de Clinton, que debería ser Rodham para no confundirnos a los que seguimos admirando al gran Bill, no por sus hazañas detrás del escritorio en la "Oficina Ovalada" sino por una política con visión y con grandes éxitos en salud y educación, además de su trabajo por la paz en el Medio Oriente, no tiene fondos. Hillary se encuentra con el demonio que nubla a muchos americanos, el no poder pagar sus cuentas. Su discurso fue bastante vacio y noté una expresión de miedo, del que no quiere aceptar que ha perdido... Una hora después, Barak Obama, desde Evansville en Indiana, siguiente paso de la carrera de las primarias, nos ofrecía el discurso correcto, el del vencido en una batalla, enfocado más en su rival republicano que en rememorar que perdió Pennsylvania con una inversión en avisos publicitarios tres veces mayor a la de Clinton. Con un toque populista, que lo caracterisa pero con una convicción que no leo en el rostro de Clinton, Obama nos regaló 20 minutos de una cierta esperanza, una esperanza de cambio... Es como en todo, como en el fútbol, no siempre el que mejor juega gana pero si el que tiene ganas de vencer. Ayer Obama me confirmó que cree que tiene una oportunidad, y además que cree en un cambio de forma de hacer las cosas, un cambio indispensable en el Norte... Mi pregunta ahora es, lo dejaran ganar? Esos intereses ocultos, lobbys y otros fantasmas del sistema americano, dejarán que gane el que cree, el que quiere el cambio? Sólo nos queda esperar...

Oscar