Reflexiones sobre la editorial de Peru21

No suelo incluir artículos, ni opiniones ajenas a las mías en este (mi) blog. Pero el tema de la mitigación de desastres, en especial, los sismos, es un tema que, más allá de lo cercano y muy relacionado que está con mi trabajo, me interesa personalmente.

Alvarez Rodrich desde hace algunos días dedica sus editoriales a las consecuencias del sismo de Pisco y a reflexionar sobre cómo deberíamos trabajar todos los peruanos, dentro y fuera del Perú, en la prevención de las terribles consecuencias que traen consigo estos fenómenos o catástrofes naturales con las que nos toca vivir... Aunque deberíamos también pensar cómo prevenir toda catástrofe, sea natural o no, pero ese no es el tema de hoy... Porque como sabemos, lo que mata y destruye no son los sismos, sino el nivel de preparación que tenemos para, como diríamos comunmente, luchar contra él o como me gustaría presentarlo para acompañarlo... El estar preparados es una tarea de todos, pero fundamentalmente en un país como el Perú, es una tarea del Estado. Nosotros tenemos que aprender a vivir con estos fenómenos naturales, no podemos ser sorprendidos por un sismo como el último porque no ha sido el primero, ni va a ser el último, vendrán muchos más, quizás más grandes, y tenemos que estar preparados para vivirlos. El rol del Estado es un rol complementario al que cada ciudadano tiene que tener. El Estado tiene que asegurar, aplicando las leyes de construcción civil, construyendo un sistema de Defensa Civil serio incluyendo a la población y sobre todo, lo que quiero hacer mi lucha personal, integrando la sensibilización a los desastres naturales dentro de los programas de educación desde la más pequeña edad. Sólo educando, formando ciudadanos conscientes de nuestra realidad, de nuestra geografía, de nuestras catástrofes naturales, podremos acompañar y minimizar los daños de los próximos sismos, tsunamis, huaicos o deslizamientos, fenómenos del niño y todo lo que la Naturaleza nos regaló por vivir en un país tan grande y maravilloso como es el Perú...

Oscar